miércoles, 25 de marzo de 2009

El nombre

El nombre de las cosas es importante, de los países, de las personas, de los objetos, es lo que da forma a las cosas desde nuestro pequeño y cerrado universo, en este microcosmos que llamamos sociedad.
Y digo pequeño y cerrado, porque a veces los humanos no somos capaces de ver más allá de nuestra ignorancia, la naturaleza no necesita nombres, se comunica de una forma sutil, primitiva que desafía las leyes de éso que llamamos intelecto, existen referencias ancestrales, adquiridas, inherentes que no necesitan letras para definirse, que simplemente son, existen y perduran, y sin embargo nosotros los seres humanos no podemos prescindir de los nombres, de nombrar, de etiquetar para discernir un universo que de tan simple, que de tan grande se nos escapa, y futilmente intentamos anclar las cosas, como el coleccionista de mariposas que cautivado por su belleza las caza para luego clavarlas detrás de un cristal a disposición de todas las miradas, fijamos las cosas con que? con nombres.
Pues sí, estas cosas raras y metafísicas pensaba yo buscando un nombre para este nuevo blog que he abierto, una andadura más en esta aventura digital de exponerme al mundo a través del mercadillo surrealista que es internet.
Pasen y vean señores y señoras, niños y niñas.
Cuando era más pequeña en edad jugaba al rol, se aprende mucho de las personas jugando al rol, de lo que queremos ser pero no nos atrevemos a serlo, de lo que anhelamos, y así como quien no quiere la cosa, explorábamos nuestro inconsciente inconscientemente, quizás alguno de vosotros piense: ufff no todo tiene una razón, y puede ser pero sí pienso que todo tiene una causa, creo en la causalidad, qué le vamos a hacer, y me imagino a más de uno y de una pensando: con la iglesia hemos topado! pero no querid@s lectores,habéis topado con Marisunnychan que ha decidido explorar en este ambiente relativamente seguro cómo sería si fuera una caótico buena.
Y pensándolo, volviendo a esos días de coca cola y pizzas tarradellas que no de vino y rosas, me doy cuenta de que los personajes caótico buenos me atraían, pero creo recordar, aunque mi memoria es a veces como un colador por donde ciertos recuerdos se filtran, que nunca me hice un personaje caótico bueno, pero leyendo ahora sobre ellos me apetece,me llama, me fascina ser una rebelde sin causa, sin más destino que ser en el tiempo presente, que caminar por esta senda que mis ágiles dedos me marcan en el teclado, pero no tan veloces como mi mente que es un colibrí que aletea raudo dándole forma a este nueva aventura.
Y me remito a la wikipedia para versaros sobre lo que sería un caracter con este pathos (camino)

Caótico bueno

Arquetipo: el Rebelde.

Un personaje caótico bueno actúa según los dictados de su conciencia sin tener en cuenta lo que los demás puedan pensar de él. Es generoso y benevolente, combinando un buen corazón con un espíritu libre. Es muy individualista y reniega de leyes, regulaciones o de cualquier orden social. Odia a la gente que se dedica a intimidar y a practicar el despotismo con los demás.

Sus acciones suelen ir encaminadas a luchar contra gobernantes y organizaciones injustas, intentando liberar a los oprimidos. Evitan en la medida de lo posible sociedades organizadas, lo que les lleva en muchos casos a llevar vidas de nómadas o eremitas.

Este perfil encaja con líderes rebeldes de la nobleza en lucha contra regímenes corruptos, mercenarios que solo trabajan para gente con buenos fines y, en general, todo aquel «que robe al rico para entregárselo al pobre». Robin Hood, El Zorro, el Equipo-A o Tasslehoff Burrfoot (Dragonlance) son ejemplos típicos de personajes caóticos buenos.

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